lunes, 27 de mayo de 2013

"EDUCAR EN LA VERDAD PARA SER LIBRES"


Buenos días y… ¡Hasta pronto! Quiero dejar constancia, a través de mi última reflexión (por ahora) de mi punto de vista sobre la asignatura de Tendencias contemporáneas de la Educación en la Facultad de Educación de Ciudad Real, cuyo objetivo es la buena formación de los alumnos hacia una preciosa profesión: LA DOCENCIA.

A lo largo del curso he ido descubriendo una asignatura cada vez más atractiva, aunque indudablemente cualquier asignatura que se corresponda con el mundo de la Educación, nos atrae, aprendemos con ella, de manera que a lo largo del curso ha dejado de ser un simple trabajo para convertirse en parte de mí, de mi día a día, de mi vida y de mi futuro.

Inicialmente imaginé que sería como cualquier otra asignatura en la que habría que estudiar cada tema de memoria, pero con el paso de las semanas me he ido dando cuenta de que realmente son las bases de nuestra educación actual, es cultura general del s. XXI que tenemos que inculcarnos, es información que realmente está a la orden del día y es fundamental para entender la forma en que ha ido evolucionando nuestra educación de forma paralela a la transformación de la sociedad.


Hemos fomentado la colaboración, el aprendizaje cooperación y nos hemos alimentado de las reflexiones de los demás, poniendo en debate nuestras ideas de los temas que hemos tenido que exponer. Lo más importante es que hemos trabajado en grupo y nuestro maestro nos ha ayudado a realizar las cosas de manera correcta. Pero no puedo dejar pasar que esta asignatura, además, me ha servido para entender otras, y completar trabajos y exposiciones. Esto es lo realmente importante: que una asignatura no se limite a ella misma sino que nos ayude a relacionar las demás con dichos contenidos. Aquí es donde ponemos en juego nuestras competencias básicas.

Realmente me he dado cuenta de la cantidad de horas que le dedicamos a la educación, y si queremos cambiar la forma de enseñar, como futuros maestros, tenemos la obligación de conocer los recursos, la metodología y todas las formas de educar que tenemos los maestros para hacer de la enseñanza una aplicación innovadora y eficaz con el fin de que nuestros futuros alumnos consigan nuestro objetivo: APRENDER.

Si tuviera que describir esta asignatura con varias palabras, podría decir que ha sido especial, diferente, innovadora y creativa. Ha conseguido engancharnos a ella. Hemos conseguido aprender de manera práctica, sin teorías. El método de aprendizaje ha sido diferente, y realmente éste nos ha ayudado a que descubramos nuevos métodos para aprender a través de nuestros conocimientos; desarrollando nuestras propias capacidades.

Gracias a esta asignatura, y sobre todo a nuestro profesor Jesús González Monroy, he podido ampliar mis conocimientos sobre la educación y he aprendido nuevas estrategias de enseñanza que ya estoy aplicando con mis alumnos en las clases particulares. ¡Y funciona! Además, quiero seguir ampliando mis técnicas y conocimientos sobre este tema, por ello, os animo a que sigáis formándoos a través de cursos. Yo me he apuntado recientemente a un curso de “Redes sociales educativas”, es interesante y deberíais buscar alternativas a la educación formal, para así enriquecer vuestro conocimiento. ¡Es un consejo! ¡Te ayudará a formarte y a ser mejor en tu profesión!

El título de mi reflexión, lo encontré por casualidad caminando por un pueblo de Madrid, llamado Alcorcón, y pensé: “Esta frase es perfecta para mi última reflexión” Por consiguiente me gustaría compartirla con vosotros a través de la siguiente fotografía.




Debemos tener esperanzas en la educación y por eso os escribo y lo seguiré haciendo, para animaros a crear una nueva escuela ajustada a nuestra sociedad del conocimiento.