viernes, 12 de abril de 2013

Maestros suspensos en Primaria

El pasado mes de marzo fue publicado en el periódico “El País” un artículo que nos concierne en gran medida a los maestros y el cual va a ser un importante tema de reflexión para todos.

Aquí os dejo el enlace:

Que la Comunidad de Madrid haya cambiado el sistema de oposiciones a docentes para primar la nota ante la experiencia docente (a la hora de acceder a una plaza y a las listas de espera de los interinos), ha sido motivo de crítica ante aquellas personas que se presentaron y no superaron la nueva prueba de Cultura General. Para quien no lo sepa, esta prueba evalúa, a los aspirantes a la plaza de maestro, de materia incluida durante la etapa de Primaria… ¿Y cuál fue la sorpresa? El 86% de los aspirantes no pasó la prueba de conocimientos, con preguntas para un niño de 12 años.


Ante esta escandalosa noticia, y como futura docente, debo reconocer que la formación universitaria que recibimos, según el Plan de Estudios, posee una serie considerable de insuficiencias para formarnos en todo el temario que puede aprenderse durante la época de Primaria, pero ¿por qué?

Lo que se quiere conseguir con el grado de Maestro para Educación Primaria, a diferencia de otras titulaciones como puede ser la de Medicina o Ingeniería, es que se aprenda un poco de todo, un poco de matemáticas, un poco de Lengua, un poco de Geografía,… sin alcanzar unos contenidos más específicos porque tanto las competencias del maestro como los principios pedagógicos han cambiado en el s.XXI debido a los cambios sociales que sufrimos día a día. Estas competencias y principios ya no son la de ENSEÑAR, DAR CLASE O IMPARTIR, sino ORGANIZAR Y ANIMAR SITUACIONES DE APRENDIZAJE, además de gestionar la progresión de los aprendizajes a través de la construcción de aprendizajes significativos, promover herramientas para atender a la diversidad de los individuos, implicarles en sus aprendizajes y su trabajo partiendo del nivel de desarrollo del individuo, saber trabajar en equipo, participar en la gestión del centro, informar e implicar a la familia, utilizar las TIC utilizando un enfoque globalizador, y lo más importante: enseñar a aprender a aprender; principio que cobra mayor relevancia con la aplicación de la LOE ya que se recoge como una de las nueve competencias básicas que deben ser alcanzadas a lo largo de la educación obligatoria. Por ello, la intervención educativa que debemos realizar como maestros debe impulsar las capacidades de trabajo libre, autónomo y creativo para que nuestros alumnos se conviertan en adultos, capaces de realizar aportaciones a una sociedad, en continuo cambio y evolución.

Por este motivo, en pleno s. XXI, no es necesario que los maestros sepamos toda una materia para poder enseñarla, porque nuestro deber es actuar como mentor, como ayuda, para que nuestros alumnos sean capaces de conseguir sus conocimientos de forma autónoma y poder proporcionarles material a través de diversas herramientas y así todos juntos aprender cosas nuevas mediante la comunicación, el debate, la colaboración y sobre todo, el trabajo en equipo. Es por esto, que el maestro se debe formar continuamente, para satisfacer las necesidades que tienen los alumnos en el aprendizaje como consecuencia del cambio social.

¿Aún no saben que el sistema educativo necesita un cambio? ¿Entonces por qué nos ponen impedimentos para conseguirlo? ¿Los cambios producidos en el sistema de oposiciones realmente nos beneficia? ¿Quién no podría fallar en alguna de esas preguntas que hemos estudiado a lo largo de nuestra vida? Los maestros somos los que realmente nos preparamos para sacar adelante a los futuros innovadores, a nuestros pequeños alumnos.

No justifico que un maestro no deba tener ni idea de algún tema o que falle preguntas como: ¿Por qué provincias pasan los ríos Duero, Ebro y Guadalquivir? Esta sobre entendido que un maestro es imprescindible en la educación de nuestros hijos y debe alcanzar unos conocimientos mínimos. Pero es que ¿alguien se ha planteado que la cantidad de información que se maneja actualmente no es equivalente a la pasada? No podemos luchar por meter a nuestros alumnos toda esta cantidad de información, pero sí podemos luchar por enseñarles a acceder a dicha información, saber diferenciar las fuentes fiables de las menos fiables, elegir, elaborar, manipular y sacar conclusiones de dicha información. Debemos adquirir y defender determinadas habilidades imprescindibles en los actuales sistemas educativos para propiciar buenos entornos de aprendizaje.

Para concluir con esta reflexión, me planteo si la forma en que se ha dado la información es la correcta o quizás se hayan aprovechado de esto para llevar a cabo algunos objetivos de manera oculta, por ejemplo cambiar las normas para obtener una plaza o deshonrar nuestra labor como docentes destruyendo la confianza de padres y alumnos hacia nosotros. Pero ellos lo defienden argumentando: “No queremos que un aspirante que haya suspendido un examen y tenga antigüedad pase por delante de otro con un sobresaliente” o “Se trata de que la experiencia cuente sólo para el que haya aprobado”. A continuación os dejo un enlace a un vídeo publicado por el programa Cuatro, el cual nos transmite la información:


Es por esto que está bien que esta información se haya dado a conocer para que podamos juzgar lo que está ocurriendo.